Los viajeros del Metro de Granada, que gestiona la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, otorgan una valoración de notable alto (8,31 puntos sobre 10) a este servicio de transporte metropolitano, igualando la puntuación que se obtuvo en 2019, año previo a la pandemia del Covid-19.
La encuesta de satisfacción, que ha sido realizada en la primera semana laborable del mes de abril por la operadora Avanza junto a la consultora Estudio 7, contiene una muestra de 440 personas entrevistadas, con un margen de error inferior al cinco por ciento.
La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio está trabajando, a partir del final de las medidas restrictivas de la movilidad impuestas por la pandemia, en la mejora del servicio de los metropolitanos andaluces, con el objeto de recuperar al cien por cien la confianza de los usuarios en el transporte público, que contribuye a mejorar la calidad de vida de las ciudades andaluzas y sus áreas metropolitanas.
La valoración de este año 2022 es casi idéntica a la del 2019 (8,32 sobre 10), que marcó la máxima puntuación desde el inicio de la puesta en servicio (septiembre de 2017), pero hay que tener en cuenta que se trataba entonces de una calificación de la prestación del servicio en condiciones normales previas al Covid-19.
El perfil predominante del viajero habitual del Metro de Granada es una mujer (59 por ciento), residente en el área metropolitana de Granada (principalmente en la capital), en edad propia de estudiante (52 por ciento), principalmente universitario, y trabajador (33 por ciento), en su mayor parte por cuenta ajena, con motivación para hacer viajes fundamentalmente de tipo cotidiano, como son los desplazamientos por motivo laboral y de estudios. En menor presencia aparecen los desplazamientos por motivo de ocio o gestiones personales, aunque se va recuperando a los valores habituales a los de campañas anteriores al Covid-19 al recuperarse la normalidad y no haber ya ningún tipo de restricciones a la movilidad.
El principal motivo del fomento del transporte público viene dictado por la normativa europea de lucha contra el cambio climático y pretende disminuir el uso del vehículo motorizado privado en las áreas metropolitanas. De esta forma y según la encuentra realizada, los actuales viajes en el Metro de Granada han sido mayoritariamente captados del vehículo privado (34 por ciento) y del autobús (30 por ciento), tanto de líneas urbanas como interurbanas. El 26 por ciento de los encuestados manifiesta que estos desplazamientos en metros no los hacía antes en otros modos de transporte, es decir, han sido inducidos por el propio funcionamiento del metropolitano.
En cuanto a la fidelidad de los usuarios del Metro de Granada, se puede decir que es alta y constante, ya que el 48 por ciento de los encuestados utilizan el metro a diario (más de cuatro días a la semana) y utilizan los títulos recurrentes tales, como la Tarjeta del Consorcio de Transportes y el título monedero del Metro (80 por ciento en total).
En cuanto al análisis cualitativo, los aspectos más valorados son la puntualidad del servicio, la valoración medioambiental y la accesibilidad de las instalaciones y vehículos. Por otra parte, existe capacidad de mejora en cuestiones como el precio (las nuevos títulos lanzados, como el bono mensual del metro o la Tarjeta Joven de Transportes eran de reciente implantación cuando se efectuó el trabajo de campo), o la sensación de ocupación de los trenes, elemento que se subsanará con la compra de los ocho nuevos trenes, en fase de fabricación por un importe de 40 millones de euros. Este último es un atributo especialmente sensible tras la crisis del Covid-19, donde se da la tendencia de que los usuarios valoren de forma menos positiva los entornos cerrados y compartidos con otras personas desconocidas.