La Estación Alcázar Genil integra, manteniendo su capacidad funcional, los restos arqueológicos hallados durante las obras de construcción del Metropolitano de Granada. El Albercón almohade de la Estación de Metro de Alcázar Genil forma parte de la Ruta «Granada: de la Vega a la Medina» que invita al visitante a realizar un viaje que comienza en el mundo rural andalusí (la fértil Vega de Granada), pasa por el corazón de la Medina y finaliza en el barrio histórico del Albaicín.
La Estación de Alcázar Genil pone en valor la ingeniería antigua que representa la alberca del siglo XIII, con la ingeniería contemporánea, ambas de una calidad incuestionable. Esta antigua alberca, que se puede visitar en la misma Estación de Metro, albergó una naumaquia, un espacio destinado a recrear batallas navales a escala casi real para la distracción de los Reyes almohades.
El autor del proyecto, el arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas, estableció una solución técnica que permitiera mantener los restos arqueológicos en el mismo espacio en el que fueron encontrados y a su vez se integraran con la funcionalidad de la estación en un diálogo de materiales, espacios, luz y técnología. Por lo tanto, el proyecto original, los itinerarios peatonales, ascensores y elementos estructurales se modificaron de manera que el monumento histórico quedase al alcance de todos los usuarios del metro, acentuando su importancia y manteniendo la función pública del transporte metropolitano.
El resultado final, es un espacio genuino donde cada detalle ha sido cuidado manteniendo un mismo discurso que hace de la Estación Alcázar Genil un ejemplo de integración del patrimonio cultural del pasado islámico en una infraestructura de transportes dando respuesta a las necesidades de movilidad de la ciudad contemporánea.